Editorial: La importancia de la tolerancia
Los más viejos del lugar recordamos “El caso”, aquel periódico que daba cuenta de los sucesos violentos que se producían en nuestro País todos los días. Resultaba morboso pero quizás, visto desde hoy, podría servir para hacernos presentes esas circunstancias, donde lo peor de la persona se pone de manifiesto para cometer un acto que desde ningún punto de vista resulta justificable; la violencia.
Hoy en día ya no se dispone de un medio de comunicación especializado en ofrecernos los horrores y tragedias que todos los días, de una u otra forma se produce entre aquellos o aquellas que nos consideramos seres racionales.
Pero al igual que una casa se construye ladrillo a ladrillo, los grandes dramas se fraguan a través de los pequeños conflictos diarios, de aquellas pequeñas iras que manifestamos cuando el conductor o conductora de delante nos ha cerrado el paso o me ha impedido demostrar mis excelentes dotes de piloto de carreras.
En el origen de todos estos actos esta la falta de tolerancia, el ser conscientes de que no todo el mundo debe adecuarse a nuestros deseos y que cuando alguna persona comete con nosotros alguna injusticia o tiene un comportamiento violento, la respuesta no puede ser otra injusticia o una nueva violencia.Las personas no somos, por suerte, todos iguales ni pensamos lo mismo. Debemos saber que tenemos que respetarnos, que al vivir en sociedad se hace imprescindible la convivencia, si no queremos que esa sociedad se convierta en una jungla.
Hoy en día ya no se dispone de un medio de comunicación especializado en ofrecernos los horrores y tragedias que todos los días, de una u otra forma se produce entre aquellos o aquellas que nos consideramos seres racionales.
Pero al igual que una casa se construye ladrillo a ladrillo, los grandes dramas se fraguan a través de los pequeños conflictos diarios, de aquellas pequeñas iras que manifestamos cuando el conductor o conductora de delante nos ha cerrado el paso o me ha impedido demostrar mis excelentes dotes de piloto de carreras.
En el origen de todos estos actos esta la falta de tolerancia, el ser conscientes de que no todo el mundo debe adecuarse a nuestros deseos y que cuando alguna persona comete con nosotros alguna injusticia o tiene un comportamiento violento, la respuesta no puede ser otra injusticia o una nueva violencia.Las personas no somos, por suerte, todos iguales ni pensamos lo mismo. Debemos saber que tenemos que respetarnos, que al vivir en sociedad se hace imprescindible la convivencia, si no queremos que esa sociedad se convierta en una jungla.