Editorial: El nuevo año y la política.
Una vez más ha dado comienzo un nuevo año y ya han quedado atrás esos días donde la mayoría ha intentado olvidarse de los problemas, hacerse ilusiones comprando lotería y celebrando con amigos y familiares el final del año.
Pero en esta ocasión el final de año también nos ha traído la "operación guateque" y el final de una legislatura. Por un lado se ha descubierto una importantísima trama de corrupción en el ayuntamiento de Madrid y el Presidente del Gobierno ha anunciado que el 9 de marzo deberemos acudir a las urnas a elegir un nuevo Gobierno.
Estos dos hechos nos recuerdan, por un lado, las zonas oscuras de nuestra sociedad que no solo debemos rechazar con energía, si no exigir a los responsables políticos firmeza en su erradicación, y por otro, la necesidad de implicarnos en la elección de nuestros gobernantes, para lograr que quien nos gobierne, represente de verdad el sentir de la mayoría de la ciudadanía.
La utilización del poder y el aprovecharse de lo público en beneficio propio, está más extendido de lo que parece. La concesión de licencias con soborno o los pelotazos urbanísticos aparecen en los medios de comunicación, pero las pequeñas trampas a hacienda, la ocultación de datos para poder obtener una vivienda pública que realmente no nos correspondería no la realizan solo funcionarios o políticos.
El 9 de marzo debemos acudir a las urnas y votar a aquella fuerza política que pensemos que no solo representa mejor mi interés, si no la que verdaderamente está más decidida a trabajar por el bien de todos los ciudadanos y la que esté más comprometida con la erradicación de todo tipo de corruptelas.
Pero no nos olvidemos, que para poder exigir limpieza y honradez a los que nos gobiernan, debemos ser nosotros los primeros que prediquemos con el ejemplo.
Pero en esta ocasión el final de año también nos ha traído la "operación guateque" y el final de una legislatura. Por un lado se ha descubierto una importantísima trama de corrupción en el ayuntamiento de Madrid y el Presidente del Gobierno ha anunciado que el 9 de marzo deberemos acudir a las urnas a elegir un nuevo Gobierno.
Estos dos hechos nos recuerdan, por un lado, las zonas oscuras de nuestra sociedad que no solo debemos rechazar con energía, si no exigir a los responsables políticos firmeza en su erradicación, y por otro, la necesidad de implicarnos en la elección de nuestros gobernantes, para lograr que quien nos gobierne, represente de verdad el sentir de la mayoría de la ciudadanía.
La utilización del poder y el aprovecharse de lo público en beneficio propio, está más extendido de lo que parece. La concesión de licencias con soborno o los pelotazos urbanísticos aparecen en los medios de comunicación, pero las pequeñas trampas a hacienda, la ocultación de datos para poder obtener una vivienda pública que realmente no nos correspondería no la realizan solo funcionarios o políticos.
El 9 de marzo debemos acudir a las urnas y votar a aquella fuerza política que pensemos que no solo representa mejor mi interés, si no la que verdaderamente está más decidida a trabajar por el bien de todos los ciudadanos y la que esté más comprometida con la erradicación de todo tipo de corruptelas.
Pero no nos olvidemos, que para poder exigir limpieza y honradez a los que nos gobiernan, debemos ser nosotros los primeros que prediquemos con el ejemplo.