Y despues de la crisis qué

EL presidente del Gobierno ha dicho que no dejará las reformas a medias y su Ministro de Economía dice que la recesión ya ha terminado y que iniciamos la salida de la crisis.

Se le olvida que hay cerca de seis millones de personas sin empleo. Los contratos que se hacen son temporales y están creciendo los de tiempo parcial, se constata la congelación salarial así como la reducción de los salarios de los empleados públicos. La Sanidad sufre importantes recortes en plantilla y como en el caso de Madrid está generando listas de espera interminables en varias especialidades. Otro tanto sucede en la Educación donde en los dos últimos años se ha reducido la plantilla de profesores en varios miles.

Si hablamos de los derechos sociales. La Ley de Dependencia no admite más beneficiarios, las pensiones están en cuestión y poco a poco se irán reduciendo otros servicios porque los recortes no han terminado todavía, pues Bruselas nos pide nuevamente reducir el presupuesto nacional en 35.000 €.

¿Se les olvidan de verdad estos datos, o es que realmente ese era y es su objetivo, y por eso dicen que ya estamos en el final del túnel? Es difícil entender que cuando un puñado de economistas cualificados de todo el mundo dicen sin cesar que para salir de la crisis que el sistema financiero provocó, lo que había que hacer es controlarlo e invertir, lo que se haga es todo lo contrario: apoyarlos económicamente a costa de los ciudadanos, y a estos, apretarles el cinturón hasta la asfixia.

Finalizada la Segunda Guerra mundial, la mayoría de los gobiernos en Europa entendieron que el progreso del continente estaba ligado al progreso y bienestar de sus ciudadanos y se pusieron en marcha políticas de calado social y de derechos de la ciudadanía, que hoy el capital con el apoyo de las políticas neoliberales que defienden a ultranza la mayoría de los gobiernos europeos, quieren hacer desaparecer para recuperar su hegemonía y sus beneficios sin límites.

Esto es lo que las derechas Europeas quieren para después de la crisis. Si no es esto lo que nosotros queremos deberíamos tomar parte en la alternativa. Lo primero que deberíamos hacer es no dejarnos llevar por esa ola de descrédito que lo arrasa todo. No toda la política es igual. No todos los políticos son iguales. Un político no es bueno o malo al cien por cien, pues nosotros no somos buenos o malos sin más.

En Europa, según las últimas encuestas, están creciendo de forma alarmante los partidos de ultraderecha y xenófobos, con un discurso populista que critica todo lo malo que hace Europa y los gobiernos de sus respectivos países. Su alternativa es defender lo suyo, por lo tanto nada de emigrantes, mano dura a los libertinajes, leer libertades individuales y poner el Gobierno en manos de un salvador de la patria.

La alternativa camina justo en la otra dirección: respeto absoluto a las libertades individuales y colectivas, y sobre todo, más Europa, por algo muy sencillo, La Unión hace la fuerza y frente a la mundialización de la economía hay que tener instituciones internacionales y Europeas fuertes.


Pero eso si con partidos fuertes, abiertos, progresistas y democráticos y que respondan a las necesidades y demandas de nosotros la ciudadanía, porque las personas contamos.
hasta arriba