Educación, Sanidad y ahora la vivienda pública. Nuevo negocio a costa de la ciudadanía

Para todos aquellos que seáis lectores habituales del boletín de la Asociación no habrá sido una sorpresa la reciente noticia de la venta del IVIMA a una empresa privada de algunos de los últimos bloques entregados en el Poblado A ya que desde antes del verano venimos anticipando lo que hoy en día ya es una realidad.

Primero fue la EMV (Empresa Municipal de la Vivienda), y en pocos meses le ha seguido el paso del Valls privatizador y especulador de moda la Comunidad de Madrid vendiendo miles de viviendas de su propiedad, construidas y mantenidas gracias a los impuestos de todos nosotros y nosotras. ¿Por qué no? ¿No son públicas? ¿Qué mejor que mal venderlas para aliviar así unas cuentas malheridas por nuestra pésima gestión?

Es preocupante e indignante la falta de complejos de esta nuestra Administración a la hora de denostar y pisotear hasta su total desaparición todo aquello que se haya granjeado, no sin mucho esfuerzo ciudadano, el apellido de público: sanidad pública, educación pública, servicios públicos, vivienda pública…. lo público desaparece sin más, cómo si de un lujo se tratara convirtiéndose en una oportunidad de oro para las empresas, fondos de inversión y demás artificios de ingeniería empresarial que esconden a los mismos que nos han llevado a esta situación crítica, intentándonos convencer de que son la solución cuando han sido, son y serán el problema.

De conformidad con la legislación vigente y con los propios contratos de compra-venta, los vecinos y vecinas que actualmente viven en estas viviendas pueden estar tranquilos (al menos por ahora) ya que los nuevos propietarios están obligados a mantener las mismas obligaciones que hasta ahora ostentaba el IVIMA, a cambio por supuesto de disfrutar también de los mismos derechos. De esta forma, los inquilinos/as seguirán pagando la misma renta de alquiler y optarán a la compra en las mismas condiciones pactadas, por lo que en nada tienen que verse afectados por el cambio de “casero”.

Ahora bien, es evidente y a ninguno se nos escapa que estos inversores, han pujado por estos bloques motivados no por un fin social o filantrópico sino muy al contrario, para obtener beneficios económicos, cuantos más mejor y cuanto antes mejor que mejor, por lo que tampoco deberá sorprendernos que intenten valerse de todos los medios posibles e imposibles para que estas viviendas puedan ser alquiladas y vendidas a precio libre si puede ser hoy mejor que mañana y eso pasa por deshacerse de aquellos que ahora mismo las habitan.

Es necesario que despertemos, que seamos conscientes de lo que sucede a nuestro alrededor, que clamemos, y no sólo al cielo, cuando vemos cómo personas que hoy están disfrutando de una vivienda pública y no por gracia divina sino porque tiene derecho a ella, mañana reciben una carta comunicándole que su vivienda ahora es de”X” S.L o de “X” S.A sin más, sin ninguna explicación o justificación ni a ellos personalmente ni a la ciudadanía en general que nuevamente siente cómo se la expolia vilmente.

¿Qué será lo siguiente?. Se supone que la imaginación supera la realidad pero ya hace demasiado tiempo que sucede todo lo contrario.

NOTA: La asociación ha estudiado en profundidad este tema y ya ha celebrado una asamblea informativa. Si os surge cualquier consulta, no dudéis en acercaros al local. 
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