Te interesa: Otro año celebramos el 8 de marzo.

Necesitamos una sociedad menos agresiva donde la discrepancia sea natural, más justa donde tener cubiertas las necesidades básicas y más igualitaria donde mujeres y hombres nos sintamos realizados como personas.

Cada año se conmemora el 8 de marzo, fecha de celebración y denuncia. Se celebran los avances conseguidos en el camino de la justicia social por las mujeres, y se denuncian las situaciones de discriminación hacia las mujeres que aún perviven en todo el mundo.

En España, país del llamado bloque desarrollado, los obstáculos para sobrevivir las mayores con pensiones de miseria, los problemas para poder ser madres y trabajadoras asalariadas, los asesinatos de mujeres por querer ser ellas mismas y no querer pertenecer a nadie, la discriminación en los salarios por la realización de trabajos de igual valor a los hombres, la inseguridad jurídica ante la necesidad de abortar, sin contar con la situación de las mujeres inmigrantes, muchas explotadas y sin derechos…. Son situaciones más habituales de lo que sería deseable.

En nuestro país nos hemos dotado de una Ley de Igualdad que lleva tan solo 1 año de andadura y que habrá que darle un mayor margen para su cumplimiento pero en las recientes elecciones generales parece ser que el mandato de la representación equilibrada entre mujeres y hombres no se ha cumplido, como también parece insuficiente la ley contra la violencia de género a juzgar por las mujeres muertas en lo que va de año, o los despidos encubiertos por el simple hecho de decidir las mujeres ser madres.

Pero no podemos pensar que el problema de la discriminación de las mujeres se va a arreglar sólo con la existencia de leyes, estas son necesarias, pero sin un cambio de mentalidad, valores y comportamientos de las personas desde la niñez poco cambiaran las cosas.
Por todo lo dicho es por lo que la celebración del 8 de marzo sigue siendo necesaria.

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