Nuestro barrio: El barrio es también mío

Esta frase es la que me gustaría decir a las personas que utilizan el vandalismo con el mobiliario y los edificios del barrio y que con su actitud consiguen que el esfuerzo de todos apenas se vea.
Me estoy refiriendo a quienes se llevan los bancos públicos, destrozan las papeleras, roban las losetas de las vallas, pintan las paredes, en definitiva, ensucian y arramplan con lo que pillan.
Existe una frase que repetimos todos “lo publico no es de nadie”, pero me niego a que a fuerza de repetirla se haga verdad, LO PUBLICO ES DE TODOS Y TAMBIÉN MIO, porque yo también pago la parte que me corresponde para tener mobiliario urbano y que cuando salga a pasear me pueda sentar en un banco o no ensuciar el suelo con desperdicios al no tener papeleras donde depositarlas o disfrutar del entorno sin tener que ver pintadas entupidas en las paredes.

Me gustaría preguntar a esas “personas” que roban lo que es de todos si se consideran corruptos, seguramente me digan que es una exageración, pero para mi son corruptos porque no hace falta llevarse millones para serlo, quien es capaz de llevarse un banco de todos es un corrupto y quienes destrozan y ensucian los elementos comunes de las calles, simplemente unos bárbaros.

Seguramente esto caerá en saco roto pero mientras no tomemos conciencia de que lo que hay de puertas para afuera de nuestra propia casa también debemos cuidarlo entre todos no habrá nada que hacer, incluso es preocupante ver como este tipo de actos se justifican y consienten.

Es necesario que se eduque desde la más tierna infancia en valores de convivencia, de lo contrario llegaremos a comportarnos como en el “viejo oeste”, y las calles de nuestros barrios se convertirán en basureros.

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