La entrevista: Andrés Moreno Díaz

Andrés Moreno Díaz, al que todos y todas consideramos vecino del barrio aún sin vivir en él, junto a su esposa Paqui, comerciantes de toda la vida, cada mañana abren las puertas de lo que hoy podríamos considerar uno de los puntos de encuentro de muchos y muchas de nuestros vecinos y vecinas, su tienda de ultramarinos, ambos testigos en primera línea de todos y cada uno de los cambios que esta parte del barrio, PB, ha sufrido en estos últimos años.

Pregunta: ¿Andrés cuánto tiempo llevas de comerciante en el barrio?
Respuesta:
En total en el barrio llevo 38 años. 25 en el local antiguo y 13 en este nuevo. Más el año de transición de un local a otro.

P. ¿Qué resaltarías como bueno y no tan bueno del barrio y sus vecinos y vecinas?
R.
Lo bueno de este barrio es que toda la gente se conoce, aunque podemos decir que en parte se ha perdido la “filosofía de barrio” que antes teníamos, aún hay bastantes cosas que se salvan. Por otro lado nos encontramos, en general, con que la gente es muy mayor, apenas hay relevo generacional en el barrio. Aunque entre los vecinos y vecinas podemos contar con algunas familias jóvenes, la realidad es que el barrio está bastante descompensado en cuanto a edad, apenas hay niños y niñas.
También ha cambiado la forma de comprar, ahora hay mayor movilidad hacia las grandes superficies y esto se nota en las ventas.

P. ¿Has notado mucha diferencia en la forma de relacionarse los vecinos y vecinas antes y después de la remodelación?
R. Como decía anteriormente ya no hay ambiente de barrio, la gente apenas se ve, salvo que se encuentren en la calle, ya no hay reuniones de vecinos/as en las puertas de las casas, se ha perdido la relación con los antiguos vecinos y vecinas, los de toda la vida, la gente se ha vuelto más individualista.

P. ¿Cómo crees que la gente del barrio ha vivido la remodelación?
R. En general todo el mundo ha ganado en calidad de vida y en estatus social, no es lo mismo vivir en una casita pequeña a vivir en un piso con más metros cuadrados y amplias comodidades. Podemos decir que los vecinos y vecinas están contentos.
En cuanto al día a día de la remodelación, pensamos que ha habido falta de comunicación entre los vecinos y vecinas y el IVIMA, esto ha hecho que la mayoría de las personas del barrio desconociera, en gran medida, las fases del proceso y otra información importante directamente relacionada con sus vidas, tal vez esto sea una de las causas de la situación actual en la que se encuentra el barrio, aún sin terminar y ofreciendo esta imagen de abandono.

P. Como apuntábamos algunas preguntas más arriba, hay mucha gente mayor en el barrio ¿Qué resaltarías en cuanto a sus necesidades específicas?
R. Este barrio cuenta con muy pocos servicios, no sólo para la gente más mayor sino también para los más jóvenes, tal vez estaría bien contar con algún Centro de Mayores, de Jóvenes, parques…
Nosotros hace tiempo que no vemos a las personas más mayores del barrio, les cuesta acercarse a comprar, algunas afirmas que “ahora viven algo más lejos” y desde luego no siempre se pueden desplazar…

P. ¿Tienes constancia de que exista mucha gente parada en el barrio?
R. Si, existen vecinos y vecinas que no logran encontrar empleo, algunos de ellos incluso en edad avanzada pero no con la suficiente como para alcanzar la jubilación.

P. ¿Has notado la crisis? ¿ha afectado al negocio?
R. Por supuesto que se ha notado la crisis, además bastante, sobre todo en el sector de la construcción, se han parado muchas obras, antes venían muchas personas a comprar el bocadillo del desayuno o del almuerzo, en la actualidad apenas tenemos este tipo de clientela, se ha reducido bastante, confiemos que esto se arregle pronto.

P. Y para finalizar, cuéntanos ¿cambiarias tu pequeño comercio?
R.
En absoluto, estoy muy a gusto en el barrio, me considero parte de él, en general estamos muy adaptados a este entorno.
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